
Analizamos el spin-off en 2.5D desarrollado por Climax Studios. Assassin's Creed Chronicles: China llega con un precio muy interesante y ofrece una buena dosis de entretenimiento.De un tiempo a esta parte, el disfrutar de un Assassin’s Creed ambientado en Oriente era una petición recurrente de los millones de aficionados de la franquicia de Ubisoft. Sorprende que dicho cartucho se haya gastado con Assassin’s Creed Chronicles: China, una suerte de spin-off cuya profundidad distan de ser equiparables a una entrega principal.
Assassin’s Creed es una franquicia multimillonaria y una de las sagas más jugadas del mundo pero han sido muchas las críticas provocadas por la falta de innovación y la sobreexplotación de la marca por parte de Ubisoft. En ese aspecto, este spin-off desarrollado por Climax Studios, responsables de juegos como Silent Hill: Origins, supone un soplo de aire fresco. No innova ni revoluciona en ningún aspecto pero sí es algo nuevo en la marca, alejado de las convenciones tan arraigadas dentro de la franquicia.
Es cierto que el salto al scroll lateral no es nuevo en la franquicia y ya podíamos haber visto experimentos parecidos en Nintendo DS o dispositivos móviles pero lo que Assassin’s Creed Chronicles: China propone recuerda mucho más a Mark of the Ninja, el excelente título de Klei Entertainment que, en 2012, dio una lección magistral a la hora de llevar el sigilo a las dos dimensiones. Aquí, además, tenemos como punto diferencial las 2.5D, con la respectiva posibilidad de movernos en profundidad, añadiendo una capa más de profundidad.
Encarnamos a Shao Jun en el año 1526, después de que la inmensa mayoría de miembros de la Hermandad hayan sido eliminados por los templarios. A raíz de esto, tendremos que completar nuestra venganza particular contra un grupo de soldados templarios llamado Los Tigres. Una historia poco inspirada y original sin demasiado fuelle que no logra enganchar pero cuya presentación, mediante escenas que imitan el trazo de acuarelas y tinta china, es bastante atractiva. El principal valor del juego también es su núcleo jugable, el sigilo. Pese a que lo lógico en una franquicia como Assassin’s Creed es que esta mecánica supusiera una parte capital de cada entrega, lo cierto es que son mayoría los juegos que dejan esta característica en un segundo plano y termina siendo prácticamente irrelevante. AC Chronicles: China, al contrario, parece estar hecho para ser jugado así. Y en mi experiencia personal es cómo más lo he disfrutado.
El juego transcurre en niveles relativamente extensos (rondan la media hora de duración) subdivididos en pequeñas áreas que completar terminando con los enemigos que las patrullan sin ser vistos, peleando frente a frente o, lo mejor recompensado y más complejo, pasando totalmente desapercibidos. Siguiendo la estela de lo visto en Splinter Cell: Blacklist – tambien de Ubisoft, todo queda en casa – se nos premiará con medallas de bronce, plata y oro en tres categorías, dependiendo de nuestro desempeño y planteamiento. Con los puntos obtenidos tras la suma de estas valoraciones y un bonus que conseguir si completamos los objetivos secundarios de cada nivel mejorarán las apititudes de nuestra protagonista, añadiendo más puntos de vida o una mayor distancia de la vista de águila.
Decía que el sigilo es un gran pilar de la experiencia y, de hecho, parece que todas las piezas están colocadas para que así sea. Podremos combatir cuerpo a cuerpo pero pese a que el sistema de combate es funcional, la carencia de algo más de ritmo y velocidad hacen que no sea lo más recomendable o divertido . Mientras, el diseño de niveles y la profundidad gracias a las 2.5D también juegan en favor de movernos sin hacer saltar las alarmas.
Nos veremos estudiando en más de una ocasión qué movimientos llevar a cabo o qué items utilizar para poder sortear cada una de las zonas anteriormente mencionadas. Estas, además, contarán con pequeños obstáculos que nos harán aumentar nuestra cautela: los perros enjaulados, los pájaros o los suelos de madera quebradiza alterarán la forma en la que completar dichas fases, igual que lo harán los gadgets como el gancho o los nuevos movimientos como el asesinato tras deslizamiento que iremos desbloqueando.
Optar por el sigilo termina siendo, casi siempre, la opción más satisfactoria.
Pero en su mejor baza, esa relativa libertad de acción gracias a un interesante diseño de niveles y una curva de dificultad bastante acertada, también encontramos fallos que empañan la experiencia. No deja de llamar la atención que una asesina posterior al mítico y carismático Ezio Auditore (entrenada por él en el propio juego, de hecho) y con recursos como la cuchilla oculta en la bota o el gancho no pueda realizar ejecuciones dobles, derivando en situaciones un poco frustrantes al lanzarnos desde posiciones elevadas y no poder acabar con dos enemigos conversando sin que uno de los dos se percate de nuestra presencia.
Algo más sangrante, en mi opinión, es el hecho de que si asesinamos a cualquier enemigo desde un escondite por debajo de su posición, Shao Jun no eche su cuerpo al vacío mientras sí los esconde al terminar con ellos oculta desde, por ejemplo, arbustos o los míticos carros de paja. No hay justificación jugable lógica y supone un obstáculo innecesario si pretendemos completar cada área pasando desapercibidos.
Por último, de AC Chronicles también merece ser destacado su aspecto técnico y artístico. El control de Shao Jun es ágil y no tendremos muchos problemas al movernos por los escenarios mientras que sus animaciones están realmente trabajadas. Lo mejor, sin duda, viene en un apartado artístico que adopta una estética que mezcla la tradicional tinta china con una paleta de colores muy atractiva que en conjunción con niveles variados y llamativos en cuanto a arquitectura, resultan en un conjunto muy vistoso.
7Climax Studios y Ubisoft saben colocar las piezas con tino en Assassin’s Creed Chronicles para conformar un spin-off interesante tanto para aficionados como neófitos en la marca a un precio muy interesante. Eso sí, ciertos errores de diseño y la sensación de estar ante un producto más propio de una línea de merchandising que de una idea en sí misma, concebida y desarrollada con mimo, empañan el conjunto final.
- El sigilo. Es realmente satisfactorio terminar un nivel sin ser vistos.
- Diseño de niveles. Unas 2.5D bien aprovechadas.
- Apartado visual. La mezcla de su aspecto artístico y la arquitectura oriental.
- Decisiones de diseño que aumentan la dificultad de forma injusta y artificial.
- Historia sin demasiado interés y de ritmo irregular.
- El combate peca de falta de fluidez.
- Falta de variedad jugable. A la la larga, la fórmula puede terminar cansando.